Mision Rango C - Todo tiene un comienzo

Uno llega a respetar la fuerza de la naturaleza cuando se ve obligado a sobrevivir bajo condiciones extremas sin mucho más que la ropa que trae encima, y no una muy cálida para variar. No fue hasta cuando salió de la cueva en la que había surgido que se dió cuenta de la clase de lugar que era, aún le parecía imposible que se tratara de un mundo digitalizado, no obstante bastó con un gran estornudo para sacarlo del submundo de sus pensamientos.

-Salud.

-No me vengas con esas tonterías ahora, estas seguro que a donde vamos encontraremos alguien que nos ayude?

-Bueno bueno, pero no te desquites conmigo. Tu tranquilo que ahí de seguro te ayudarán.

En cierto modo se sentía mal por tratar de esa manera a su nuevo compañero emplumado y en el interior deseaba disculparse, pero era demasiado orgulloso para eso, además hasta hace poco se encontraba en un colegio y de repente despertó en una caverna de hielo, quien no tendría mal humor?. Por el momento caminando junto a Falcomon a través de la nieve, mataría por una taza de chocolate caliente y un abrigo, sin embargo un nuevo estornudo le hizo recordar que no encontraría nada de eso en un buen rato...

El blanco perpetuo de las heladas tierras empezaba a volverse aburrido y el muchacho empezaba a desear que cualquier cosa rompiera la monotonía, sin embargo tanto el como Falcomon se mantenían en un silencio sepulcral, no obstante Takato podía darse cuenta que de vez en cuando el digimon lo miraba de reojo, como si desease que comenzara alguna conversación ya que la reprimenda de minutos antes parecía haverle dejado resentido, finalmente Takato dió un largo suspiro y se propuso a romper el hielo.

-Falta mucho?

-Que yo sepa no, la aldea de Yukidramon debería estar bastante cerca.

-Conoces bien este lugar eh?

-He tenido tiempo para recorrer un poco jejeje

A pesar de haber pasado poco tiempo aun, Takato tenía que aceptar que Falcomon era agradable y si lo que había dicho antes era verdad entonces tendrían mucho tiempo juntos; finalmente como tanto lo había deseado un pequeño punto empezó a hacerse notar entre la gran sábana blanca, al principio no parecía nada pero poco a poco fue tomando forma hasta revelar su verdadera naturaleza, fue el mismo Falcomon que reveló lo que ya sospechaba.

-Valla!, si es un Tsunemon.

-Un que?

Cuando la bola de pelos se hubo acercado lo suficiente Takato pudo leer al instante la desesperación y el cansancio en su rostro, y después de escuchar sus súplicas no pudo evitar dejar salir su sentido de la justicia, ladeo la cabeza para observar a Falcomon quien para su satisfacción tenía su misma mirada, no hacían falta palabras, el muchacho simplemente asintió y miró con determinación al pequeño digimon.

-Esta bien, guíanos y te ayudaremos.